Pero una cosa es adorar la muerte y tomarla como algo natural, que lo es, en nuestra vida cotidiana y otra muy diferente es perderle todo respeto y utilizar la muerte como excusa para toda clase de objetivos. Y no me estoy refiriendo a la mafia y a los narcotraficantes que asolan algunos países. Me refiero a los pobres mortales que una vez muertos, sus deudos los ponen en evidencia en sus tumbas. Para muestra un botón de ciertas lápidas que hay en algunos cementerios.
Que las disfruten.
Propicios Días
Gilgamesh

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