viernes, 14 de junio de 2013

Una Roca de la Luna en España

Aunque hace cuatro años que fue publicada la noticia, me gustaría comentarla hoy aquí ya que realmente creo que es poco conocido el hecho de que España tuvo una piedra lunar de su propiedad, pero que hoy se halla en paradero desconocido.
En entrevista concedida al periódico El Mundo, con fecha  de julio de 2009 el ex director de las estaciones de seguimiento del Programa Apolo en España, Luis Ruíz de Gopegui, manifestó que en 1973 el embajador de EE.UU. donó a España en nombre del gobierno de aquel país, una piedra lunar. Esta donación fue hecha en agradecimiento a los servicios prestados por las estaciones de Fresnedillas y Robledo de Chavela (Madrid) durante las misiones de los cohetes Apolo.
Según Gopegui, la piedra, que había sido traída el año anterior (1972) por la última misión Apolo (Apolo XVII), fue entregada el 11 de julio en acto solemne en el Palacio del Pardo. Además, la piedra llevaba una placa con dedicatoria al pueblo español firmada por el presidente Richard Nixon.
De aquella piedra nunca más se supo. Según Gopegui, parece ser que Franco (1892-1975), en lugar de donarla a algún museo estatal, la consideró como regalo personal y la dispuso en su residencia.
Tras la muerte de Franco en 1975, se evidencia que alguien intentó vender la piedra en años posteriores (1989-1991) al Museo de Historia Natural de Londres, pero finalmente la venta no se llevó a cabo. El propio Gopegui sostiene que quien intentó hacer la transacción fue le Marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez Bordiu (1922-1998) yerno de Franco. También averiguó por el paradero de la piedra en el Museo y sí, tenían dos piedras, una donada por Estados Unidos de la misma manera que a España y otra cedida por la NASA para una exhibición temporal, por tanto, la piedra de España no estaba en Londres.
En resumidas cuentas, la roca ha desaparecido. ¿Fue finalmente vendida a algún otro museo extranjero? ¿Dónde está hoy aquella piedra?
Soy de la opinión de que en realidad la roca sí se vendió, puede que a algún coleccionista privado como se afirma en el artículo o a algún museo o universidad privada. La cuestión es la de siempre, y que quizá esté ahora en candelero: ¿Los regalos de Estado se pueden considerar como regalos personales?
Les dejo el link del artículo con el vídeo de la entrevista a Luis Ruíz de Gopegui.
Que lo disfruten.
Gilgamesh

domingo, 2 de junio de 2013

Locuciones latinas o bien latinajos

En la vida diaria usamos una de las herramientas más importantes con la que estamos dotados y con la que nos diferenciamos, entre otras cosas, de los animales, me refiero al lenguaje. La lengua es un ser vivo que nace, crece, evoluciona, en algunos casos se reproduce y en otros muchos muere. Los idiomas son la expresión circunstancial de un momento de la historia, en cada momento de ésta existe un idioma que expresa el hecho que se desarrolla en ese instante. Una lengua es fácilmente interpretada por los protagonistas, pero quizá no lo sea tanto por los espectadores ajenos a la cultura en que se ha desenvuelto y ha crecido esa lengua. Los idiomas, como entes que son, dejan su impronta en forma de descendientes al mezclarse con otros idiomas (el spanglish, por ejemplo) o al progresar los dialectos, hijos de ésta que al evolucionar se convierten en otras lenguas con identidad propia pero con un origen común. Este sería el caso de las lenguas romances y de su lengua madre el latín. Hoy día para aprender el latín  hay que estudiarlo, no se puede aprender en la calle , ni en las casas ni en los centros de cultura popular, ya que es una lengua muerta, pero muy viva en ciertos círculos. El español, el francés, el italiano, el portugués, el catalán, el gallego y el rumano nacieron del latín y evolucionaron por su propio lado manteniendo ciertos puntos en común entre todos ellos, pero tan diferentes que no podemos entendernos si cada uno habla su propio idioma. De la lengua madre original no queda más que el origen, un rasgo etimológico por el que es fácil rastrear y saber cual fue el étimo de tal o cual palabra. Pero afortunadamente algunos ámbitos han mantenido locuciones que conservan el significado y el origen puro y prístino de la palabra, me refiero a eso que la mayoría denomina en tono jocoso o incluso peyorativo como latinajos. Estos son alocuciones, sentencias, expresiones, adagios, consejos, etc. que se expresan en un momento concreto o tienden a hacer énfasis de algo. Hoy día también se ha perdido bastante el uso de las alocuciones latinas en el hablar diario, quedando éstas reservadas a un lenguaje florido, literario, profesional o litúrgico. Pero eso no quiere decir que hayan desaparecido de nuestro lenguaje, y aun solemos utilizar latinajos en nuestras conversaciones de diario, como por ejemplo: factura Pro Forma, Rigor Mortis, In Extremis, In Situ, etc.
Me gustaría recoger en este post una brevísima colección de algunas de estas alocuciones que aún se utilizan y ver que todavía el latín no ha muerto del todo entre sus hijas romances y en otras no tan romances como el inglés, que es una lengua que usa bastantes palabras en latín. Veamos pues, no sin alguna gotitas de humor, algunos ejemplos:
Ad Litteram: A la letra. Se utiliza cuando queremos dejar claro que algo es estricto, a la letra o literal. Citar a un autor ad litteram, es citarlo textualmente.
Carpe Diem: Aprovecha el día. Con esta frase de sus Odas, Horacio nos hace saber que hemos de disfrutar de la vida, ya que esta es corta y pasa como una exhalación. Hoy me tomo el día libre, ¡Carpe Diem!  Vendría a ser la versión latina del “Me importa un rábano todo, hay que disfrutar.”
De Facto: De Hecho. En el ambiente jurídico se opondría a la expresión De Jure, que sería de Derecho. Un rey lo puede ser de hecho (facto) o de derecho (Jure).
Dixit : He dicho. Esta formula es con la que se suele terminar la exposición de una prueba, razonamiento o discurso, etc. Aunque a veces se usa con sentido irónico: cuando alguien ha expuesto algún razonamiento complicado y se queda callado a la espera de algún comentario que nadie sabe responder, siempre sale el irónico y comenta: Fulanito dixit.
Errare Humanum Est: Equivocarse es de humanos. Esta frase de Séneca se suele utilizar para exculpar un error o una falta. Es el latinajo por excelencia.
Excelsior: Más Alto. Se solía emplear para designar algunas cosas excelentes. Hoy día solo se usa para poner nombre a los cines o las ensaladas.
In Aeternum: Para Siempre. Se utiliza para hacer una promesa o para definir algo que será muy duradero. Algunos amantes lo utilizan a las locas prometiendo amor in aeternum y después se han de arrepentir de su promesa.
In AlbisEn Blanco. Se usa originalmente para designar a alguien que no comprende alguna cosa, o que no se ha enterado de ella. Suele ser sinónimo de estar atontado, en Babia, o mirando las musarañas.
In Extremis: En el último momento. La forma correcta para usarlo es para designar algo hecho justo antes de la muerte: un testamento, una confesión in extremis, etc... Erróneamente se utiliza para designar algo hecho en última instancia: In extremis me fui al parque con mi novia. In extremis cogí el teléfono y le llamé.
In Memoriam: Para Recuerdo. Esta sólo se suele utilizar en las lápidas o bien en algunos escritos, pero siempre refiriéndose a alguien que ya no está entre nosotros.
In Situ: En el Mismo Sitio. Generalmente se suele usar en geología, pero también en periodismo la vemos muy frecuentemente escrita. El cadáver estaba in situ.
In Vitro: En el Vidrio. Esta expresión se aplica a las pruebas realizadas fuera del organismo, en los tubos de ensayo. Se ha hecho conocida por las inseminaciones in vitro para mujeres solteras o padres con dificultades para tener hijos por medios naturales.
Ipso Facto: En el momento. Se interpreta como un hecho producido de forma inmediata, en el instante. Hay que ponerle el desfibrilador ipso facto.
Mens Sana in Corpore Sano: Mente Sana en Cuerpo Sano. Esta es una máxima de Juvenal que la podemos hallar en sus Sátiras. Según Juvenal lo que hace al hombre verdaderamente sabio es pedirle al cielo la salud del cuerpo junto con la del alma.  Estos versos expresan (cambiando su sentido) que la salud del cuerpo es condición importante para la salud del espíritu.
Non Plus Ultra: No más allá. Esta es una inscripción que, según la leyenda, la grabó Hércules en los montes Calpe y Abilia, creyendo que éstos eran los limites del mundo. Así que decidió separarlos para unir el Océano Atlántico con el Mediterráneo, creando las famosas Columnas de Hércules. Esta expresión se suele usar para cualquier limite que no ha sido traspasado o bien cualquier cosa excelente.
Per se: Por sí mismo. Se suele utilizar cuando algo tiene razón de ser por propia causa. La sangre es roja per se.
Pro Forma: Por la forma. Una de las funciones de esta expresión es dar a entender que algo se hace para cumplir solo con las formalidades requeridas. Invitar a una boda pro forma o bien, donde más se acostumbra a usar es en el comercio y referente a las facturas que se envían provisionalmente, sin ser las definitivas.
Quid Pro Quo: Una Cosa Por Otra. Correctamente se acostumbra a utilizar para designar un error, una confusión. Cogimos quid pro quo el tren de la una por el de las doce. Aunque en tiempos cercanos se hizo más popular debido a la película El Silencio de los Corderos, donde Hannibal Lecter le propone a Clarice Starling que a cambio de su ayuda ella le tendrá que hacer cierto favor, se lo propone añadiendo la expresión quid pro quo.
Quorum: De los cuales. Es la cantidad de personas necesarias para que una votación tenga validez. Según nuestra Carta Magna, una descripción de Quorum sería: Para adoptar acuerdos, las Cámaras deben estar reglamentariamente y con asistencia de la mayoría de sus miembros. Aunque también se suele utilizar a nivel de calle: cuando varias personas están de acuerdo en algo, se dice hay consenso o hay Quorum.
Sine Dia: Sin fijar día. Es una locución que se utiliza principalmente en el lenguaje judicial, parlamentario o diplomático. De todas formas se está utilizando bastante en el ámbito de la calle hoy día. Dejamos la reunión aplazada sine dia. Viene a ser la versión latina del ... “Ya te llamaré y quedamos” o “Ya te llamaré”.
Statu Quo: Estado del momento actual. Esta locución hace referencia a la situación de un asunto en un momento en concreto. Y este es el Statu Quo de la Nación (España va Bien). No hay que confundir con Status Quo, que eso era un grupo de rock británico ¿eh?.
Hasta aquí, más o menos, algunas de las locuciones que podemos escuchar todavía en la calle. Evidentemente existen muchísimas más pero que se escaparían del marco de este post. Antes de cerrarlo quisiera dejar constancia de algunas más, que aunque ya no se usan, se utilizaron en algún momento en el ámbito de la calle o bien son curiosas y conocidas per se.
Acta est Fabula: La comedia ha concluido. En el teatro antiguo cuando una función terminaba se solía decir que ésta ya había acabado, para así anunciar a los despistados espectadores que no esperasen más. Este término evolucionó hasta las películas en que, hasta hacía poco tiempo, aun podíamos ver el letrerito de The End o bien Fin si se trataba de un film en español.
Alea Jacta Est: La suerte está echada. Famosa frase que Suetonio atribuye a Cesar antes de cruzar el río Rubicón, al norte de Roma. Según una ley, se obligaba a que todo general que fuera a entrar a Roma por el norte debía licenciar a sus tropas antes de cruzar el río. Era una forma de evitarse una traición por parte de algún general díscolo o ambicioso. Obviamente, César no respetó esa ley y se cumplió lo que la misma pretendía evitar: una rebelión. César sabía lo que aquella decisión iba  generar y se atuvo a las consecuencias de su rebelión contra el Senado, provocando  así una guerra civil.
Altius, Citius, FortiusMás alto, más rápido, más fuerte. Este es el lema de los Juegos Olímpicos.
Cogito, Ergo Sum: Pienso, luego existo. Máxima de René Descartes, en la cual expresa su método de razonamiento. Después de haber dudado de todos los  métodos de los otros  filósofos, Descartes creó su propio sistema, el Método Cartesiano.
Dura Lex, Sed Lex: Dura es la ley, pero es la ley. Proviene del Digesta Iustiniani o Pandectas, que es una compilación jurídica solicitada al jurista Triboniano por Justiniano I de Constantinopla  en el año 530 d.C. para actualizar  los códigos legislativos de aquella época. Respecto a la frase en sí, esta simplemente es un recordatorio de que, por muy dura que sea una ley, si no hay otro remedio que acatarla debemos hacerlo, mal que nos pese.
In Vino Veritas: En el vino está la verdad. Se refiere a que cuando uno bebe más de la cuenta, se vuelve locuaz y su verborrea acaba por traicionarlo. Es aquello de: “Los Borrachos siempre dicen la verdad” o “la conversación del borracho.”
Primo Mihi: Primero a mí. La máxima por excelencia de los egoístas.
Ultima Ratio Regum: Último Argumento de los Reyes. Era la divisa que el rey Luis XIV de Francia mandó grabar en todos sus cañones. Se suele usar más como Ultima Ratio, es decir, el argumento final que lleva a una acción.
Yo continuaría, pero creo que ya sería un exceso de latinajos, por la tanto voy a utilizar mi Ultima Ratio, que son los links y desperdirme hasta el próximo post.
 Que lo disfruten.
Gilgamesh.
Como link les dejo el siguiente para que abunden en los latinajos:

martes, 28 de mayo de 2013

Nat Love y Annie Oakley, dos mitos auténticos del lejano Oeste


Desde siempre el cine nos ha mostrado a los vaqueros como hombres blancos y de gallardo porte, asimismo a los grandes y míticos tiradores, de una puntería casi sobrenatural, como hombres muy masculinos.
Todos nos acordamos de actores cinematográficos que han idealizado esos arquetipos, astros como Gary Cooper o el inefable John Wayne, entre otras grandes estrellas de la historia del cine. Y en los personajes históricos podemos imaginar como a un gran mito de tirador al famoso forajido Billy the Kid (Billy el Niño), cosa que realmente nunca fue, es decir,  aparentemente jamás pudo alardear de darle a una mosca a 10 mts.
Pero la realidad es bien distinta. Los vaqueros más comunes, según leí hace tiempo en alguna parte, eran los afroamericanos, ya que un colono no se arriesgaría a un trabajo tan peligroso como aquel. Y buena prueba de ello es el vaquero de color más famoso de aquella época: Nat Love. En cuánto a las mujeres tiradoras hubo dos muy famosas: Calamity Jane y Annie Oakley. Mientras que la primera era una fuera de la ley, la segunda llegó a ser una gran estrella del espectáculo de aquellos tiempos. Intervino en el espectáculo circense  de Buffalo Bill, haciendo exhibiciones magistrales de tiro.
En este post voy a comentar sucintamente unos apuntes sobre estos personajes tan característicos de una época ya lejana y añorada por muchos, el Far West. Además al final del post disfrutarán con un breve vídeo de los alardes de Annie Oakley, filmado en 1894.

El Cowboy


La definición de cowboy es la de un pastor que cuida el ganado en los ranchos de América del Norte, tradicionalmente montado a caballo y que a menudo, realiza una multitud de tareas relacionadas con el rancho. La palabra inglesa cowboy aparece en esa lengua hacia 1725. Parece ser una traducción directa del vocablo español “vaquero”. En inglés aun existe otra palabra para designar a los cowboy, y esta es bukaroo, que sería una deformación de la misma palabra vaquero llevada al inglés. El sentido moderno de la palabra cowboy se desarrolló hacia 1849.
La figura del cowboy americano nace, en su origen, con la del vaquero español a su llegada con los primeros colonos a América. Así, durante siglos, las diferencias de terreno, el clima y la influencia de las tradiciones crearon el embrión arquetípico del cowboy que hoy conocemos. Los españoles al trasladar al Nuevo Mundo el sistema medieval de la hacienda en el siglo XVI, llevaron sus tradiciones de ganadería así como sus caballos y los rebaños domésticos a los grandes territorios de lo que es hoy México y Florida.
Al poseer las tierras un clima seco, con el pasto ralo y muy escaso o esparcido y teniendo el ganado necesidad de grandes cantidades de pastura, se optó por trasladar los rebaños a otras zonas. Al haber grandes extensiones de un lugar al otro, difíciles de cubrir por una persona a pie, es cuando aparece y se desarrolla la figura del cowboy a caballo para el traslado de grandes rebaños.
Con la llegada, posteriormente, de colonos y comerciantes de habla inglesa, las costumbres y tradiciones de ambas culturas se fueron extendiendo y creando un caldo de cultivo propicio para la ganadería transhumante del suroeste americano y el papel del vaquero. Poco antes de la guerra entre México y Estados Unidos en 1848, los comerciantes llegados a California desde Inglaterra, contactaron con los grandes hacendados y vaqueros que allí actuaban, para poder distribuir los productos manufacturados en piel y sebo, que en esos extensos ranchos ganaderos se producían. Así los comerciantes americanos a lo largo de lo que después sería la ruta de Santa Fe, tuvieron contactos comerciales con los cowboy de las zonas. Estos tempranos encuentros entre comerciantes de habla y cultura inglesa, con los vaqueros de origen español, propiciaron la transformación que unió las tradiciones de ambas lenguas y que produjo lo que se conoció en la cultura americana como cowboy.
Con la llegada de los ferrocarriles y un aumento de la demanda de carne vacuna, por parte de la naciente población en la zona del oeste, antes de la guerra de civil americana (1861), el papel del cowboy se trasladó a aquellos lugares, con las necesidades también de trasladar el ganado. La ocupación hacia las zonas más avanzadas en la construcción de la línea férrea, a menudo a cientos de kilómetros, fue paulatina pero rápida.
Muchos de los primeros cowboys del oeste de Estados Unidos fueron indios entrenados para trabajar en las misiones españolas cuidando los rebaños. Pero a finales de la década de los años 60 del siglo XIX, tras la guerra de Secesión y la expansión de la industria ganadera, antiguos soldados de la Unión y de la Confederación fueron al oeste buscando trabajo, lo mismo que muchos hombres necesitados en general. Un número significativo de ex esclavos negros también vieron una oportunidad en la vida de vaquero, en parte porque no había aún tanta discriminación en esa zona como en otras de América del este. Otro número significativo de mexicanos e indios que ya vivían en la zona también trabajaban como vaqueros.
Debido a que los cowboy tenían una clasificación muy baja en la escala social de la época, no se puede saber con certeza la proporción de trabajadores de las distintas razas, aunque algunos censos dan como resultado hacia un 15% en cuánto a cowboy de color se refiere.
Sin tener en cuenta su etnia, la mayoría de los cowboy provenían de las clases sociales más bajas, siendo en general muy pobres. El vaquero medio podía ganar aproximadamente un dólar al día, más la comida y una cama en un barracón cerca del rancho en que trabajaba.

Nat Love
Nat Love nació en junio de 1854 en el condado de Davidson, Tennessee. Esclavo e hijo de esclavos, su familia era propiedad, según sus propias palabras, del plantador Robert Love, del cual tomó su apellido. El propio Nat Love nos cuenta que el día exacto de su nacimiento nunca lo supo, ya que por aquella época a nadie le importaba la fecha de nacimiento de un bebé esclavo. Nat Love pasó su infancia y primera juventud en la plantación. No fue del todo una infancia desagradable, ya que el amo era persona comedida y trataba bien a sus esclavos. Pero eso no significa que no conociera los inherentes episodios de violencia esclavista. En su propia autobiografía se queja de haber visto a los capataces de azotar a hombres caídos en el suelo por no poder levantar un peso que ni cuatro hombres levantarían. (sic) O hacer saltar la piel de la espalda de las mujeres tan sólo por negarse a satisfacer los más bajos instintos del capataz, así como también apartar la vista cuando castigaban con el látigo a niños pequeños por ser su piel de color oscuro.
A finales de la guerra de secesión americana (1861-1865), el dueño de la plantación, Robert Love, se unió a las fuerzas del general Lee. Tras la derrota confederada éste volvió a sus plantaciones, pero no advirtió a sus esclavos que ya podían ser libres. Así que aquellos siguieron trabajando como siempre, aunque Nat Love nota que, a parte del trabajo, en la vida común el amo tenía un trato mucho más amable. Pero evidentemente, las noticias se transmiten con rapidez, y aún más sin son de tenor benéfico, y al final los esclavos de Robert Love se enteraron de que tras la guerra todos los esclavos, sin distinción, eran libres. Mientras que muchos esclavos, quizá todavía incapaces o ya demasiado tarde para ellos, seguían con sus antiguos amos para poder subsistir, el padre del futuro cowboy decidió empezar una nueva vida en libertad. Según Nat Love, su padre alquiló veinte acres de tierra (unas nueve hectáreas aproximadamente) en la que se incluía la cabaña de nuevo cuño que anteriormente les había acondicionado su antiguo amo. En esas tierras cultivarían maíz y tabaco alternativamente.
Pero la vida en libertad no fue tan envidiable y prospera como los padres de Love habían esperado. La miseria se había instalado en el seno de la familia y las tierras no producían apenas más que para cubrir con los gastos del alquiler y poco más. Cuando Nat nos describe aquellos días nos cuenta que en su hogar sus hermanos y él mismo iban casi desnudos y que las comidas diarias se resumían a salvado y cortezas de tocino fritas.
Debido a la paupérrima situación familiar, el joven Nat hubo de buscar trabajo fuera de la casa. Encontró su primer empleo en la granja de un tal Mr. Brooks, a unos 10 km de su hogar y con un sueldo de un dólar al mes. Love refiere que en poco tiempo y debido a su esfuerzo y buen hacer, acabó ganando hasta tres dólares al mes. Pero esa dicha se truncaría pronto debido a un problema por el retraso en el pago de un sueldo. El inconveniente se convirtió en una pelea en la que Nat golpeó a su patrón con una piedra en la cabeza dejándolo casi muerto. Obviamente abandonó su empleo. Una nueva oportunidad le salió de manera fortuita, oportunidad que, además, le inició de forma totalmente amateur con el mundo de los rodeos. Un vecino cercano poseía una granja en la que tenía caballos salvajes. Este granjero tenía que viajar a menudo a causa de sus negocios, pero tenía dos hijos que se cuidaban de la propiedad. Una vez le propusieron a Nat Love, a modo de diversión, que se subiera a uno de los caballos salvajes. Según nos cuenta el propio Nat, les respondió que sólo lo montaría si le pagaban dinero a cambio. Así que los hijos acordaron con él que le pagarían hasta 10 centavos si montaba un caballo hasta domarlo. Nat aceptó y superó el trato. Este se repitió varias veces hasta que le ofrecieron montar un caballo más grande y más intratable que lo acostumbrado. Love pidió más dinero por la monta, cosa que aceptaron los dueños del caballo. Pero la cosa no salió como todos esperaban. El caballo fue más bravo de lo que temían y saltó la valla del cercado, corriendo totalmente desbocado y haciendo que perros y caballos de granjas cercanas siguieran al indómito animal. Aquelló terminó con el negocio de monta y doma de Love. Como hemos dicho, este fue el primer escarceo del joven con el mundo de los caballos y el rodeo.
Tras esa experiencia, Nat encontró en 1869 su primer trabajo como vaquero en la compañía Duval, trasladándose a vivir a Texas. Se dirigió a Kansas, que en aquella época, según sus palabras, era un gran centro ganadero y una típica ciudad de frontera, en la que sólo había tabernas y salones de baile y juego y poco más, estando siempre la ciudad  llena de grupos de cowboys. Nat deja escrito que entre aquellos cowboys había muchos que eran chicos de color. Entonces él se dedicó a preguntar entre un grupo y otro en busca de oportunidades, hasta que en uno, tras invitarlo a comer, el capataz le preguntó si sabría montar un caballo salvaje. Al responder que sí, todos lo miraron con recelo y le propusieron la monta de uno a modo de prueba. Quizá todo el mundo pensaría que Nat caería a la primera, pero pasó la prueba y el capataz le dio el trabajo con un sueldo de 30 dólares al mes para empezar. Allí mismo le cambiarían el nombre por el de Red River Dick.
Así es como Nat Love se hizo cowboy profesional. Estuvo con la compañía Duval hasta 1872, fecha en la que cambió de compañía, trabajando desde entonces para el ganadero Pete Gallinger. A partir de esa fecha es cuando empieza a flirtear con el mundo de los rodeos. Participó en diversos torneos, ganando distintos premios; la soga, el lazo, la silla de montar, etc. todos ellos muy codiciados en el mundo del rodeo de aquella época. Visitó varias ciudades hasta que recaló en 1876 en Deadwood, en Dakota del Sur. Allí se hizo relativamente famoso en los rodeos y se ganó uno de los apodos codiciados, el de Deadwood Dyck. Ese apodo (Deadwood) era en realidad también el nombre de un personaje de ficción que aparecía en las novelas de 10 centavos o Due Novels, que fueron publicadas entre 1877 y 1897, por Edward Wheeler.
Nat Love fue alternando su trabajo de cowboy con sus apariciones en los rodeos hasta que en 1889 se casó con Alice. Al año siguiente dejó la vida de aventuras que hasta entonces había llevado y cambió el caballo de carne y hueso por el caballo de hierro. Efectivamente, en el año 1890, Nat Love entró a trabajar como maletero de los ferrocarriles Pullman. Y allí continuó la vida laboral hasta su jubilación.
Aunque las leyes habían prohibido la alfabetización de los negros, Nat Love aprendió a leer y escribir por su cuenta y con la ayuda de su padre. Así en 1907 publicó su autobiografía, La Vida y Aventuras de Nat Love, en la que explicita que la ha escrito él mismo y con sus propias experiencias. De todos modos no deja de ser una visión un tanto romántica de la época.
Nat Love murió en 1921, dejando tras de sí un aura de héroe del rodeo y famoso cowboy.

Los tiradores

Los tiradores solían ser personajes que se ganaban la vida o sobrevivían en torneos de tiro o apuestas. Tiradores famosos como Wild Bill Hickok, John Wesley Hardin, Buffalo Bill o Doc Carver utilizaron sus habilidades para sobrevivir en el ambiente de las ciudades de frontera norteamericanas. Otros desarrollaron su capacidad sobre el escenario para ganarse la vida actuando ante el público.


Annie Oakley

Annie Oakley nació en agosto de 1860, en un pueblecito llamado Woodland (hoy Willowdell) en Ohio. Sus padres, Jacob Mosey y Susan Wise, eran unos cuáqueros que tenían como negocio una taberna en Hollidaysbourg, Pennylvania. La familia Mosey emigró a Ohio tras el incendio de la taberna. En Ohio alquilaron y después compraron una granja familiar, en Patterson Township.
Los padres de Annie tuvieron ocho hijos, siendo ella la sexta. En 1866 el padre murió debido a una pulmonía y su madre se volvió a casar, teniendo un nuevo hijo, el noveno. Pero una vez más volvió a enviudar.
Annie, debido a la pobreza por la muerte de su padre, no podía asistir regularmente a la escuela, así que empezó bien pronto a tomar el rifle para cazar y poder mantener a su familia. Con lo obtenido de la caza se iba al pueblo cercano de Greenville y solía venderlo por los locales y restaurantes y también por los hoteles, llegando incluso a desplazarse a veces hasta Cincinnati. Gracias a sus habilidades en la caza, la familia pudo salir adelante y también sus proezas de tiro serían conocidas por toda la zona de Greenville y los alrededores.
En la primavera de 1881, llegó hasta Cincinnati el espectáculo de tiro de Baughman y Butler. Butler era un emigrante irlandés, buen tirador y fanfarrón que retó a Jack Frost, dueño de un hotel en la ciudad, con una apuesta de 100 dólares. Butler retaba a que Frost encontrara a cualquier tirador local a que lo superara en tiros y aciertos. Frost aceptó la apuesta pensando en la jovencita que a veces le había vendido piezas y que tenía tanta fama de buena tiradora. Así que le propuso a Butler que si quería tendría que aceptar el reto, pero que sería al cabo de diez días y en un pueblecito cercano a Greeville, a unas 20 millas. Butler aceptó y llegó el día. Annie Oakley batió con un estrecho margen a Butler, pero ganó y cobró la recompensa. Este quedó tan asombrado con la habilidad de la joven que la cortejó hasta que finalmente se casaron al año siguiente, en el verano de 1882.
El matrimonio vivió durante un tiempo en Cincinnati. Según parece, el apellido Oakley lo adoptó Annie del barrio de Oakley, que era en el que vivían en esa ciudad.  Ala principio, Annie ejercía de ayudante de Butler en el espectáculo durante los viajes del grupo. Pero su esposo pronto se daría cuenta del talento de ella y de que estaba malgastando sus habilidades como una simple ayudante. Así que la tomó bajo su cargo y se hizo su representante.
En 1885 se unieron al espectáculo de Buffalo Bill, donde debido a la corta estatura de Annie y a su gran puntería, el jefe sioux, Toro Sentado la apodó como Watanya Cicilla, traducido en los posters publicitarios de la época como la Pequeña Tiro Seguro.
En sus primeros tiempos del show de Buffalo Bill, Annie Oakley tuvo una tensa rivalidad con otro tirador del show más joven que ella, Lillian Smith. Quizá por ser hombre o quizá por ser más joven, la cuestión es que a ojos de Buffalo Bill, era más rentable Lillian Smith que Annie Oakley. Así que ésta decidió abandonar el espectáculo. Pero no tardó a volver tiempo después, cuando el propio Smith también abandonó el show.
Con el espectáculo del excazador de búfalos, Annie recorrió todo Estados Unidos y gran parte de Europa. Actuó delante de la reina Victoria de Inglaterra y de las principales personalidades europeas. En una demostración arrancó la ceniza del cigarro que sostenía el Príncipe de Prusia, el que sería futuro Kaiser alemán, Guillermo II. Algunos comentarios de la época decían que si Annie hubiera disparado al Kaiser en lugar de a su cigarro, se habría evitado la Primera Gran Guerra.
Como curiosidad, es interesante comentar que en 1898, en vísperas de la guerra que enfrentaría a Estados Unidos con España, Annie Oakley envió una carta al presidente William McKinley, con fecha del 5 de abril del mismo año, en que ofrecía sus servicios y el de otras cincuenta mujeres, por si el país entraba en guerra con el nuestro. La oferta fue rechazada por el presidente Mckinley.
Oakley siguió en el show de Búfalo Bill durante dieciséis años, hasta que en 1901 se lesionó al caerse cuando bajaba de un ferrocarril. El accidente le provocó una lesión con invalidez temporal. Afortunadamente se recuperó y pudo volver a caminar, pero abandonando el show de Buffalo Bill. No así el espectáculo de tiro, ya que ella siguió disparando ocasionalmente hasta los 60 años, edad en que lo dejó definitivamente. Tuvo tanta fama que en 1894 incluso llegó a actuar en un circo de aficionados en New Jersey, para recaudar fondos para la Cruz Roja.
Según se cuenta, Annie Oakley era capaz de corta el borde de una naipe a 27 metros y pegarle 5 ó 6 balazos más antes de que llegase al suelo, usando para ello un rifle del calibre 22. Aunque opino que eso entra más bien dentro del mundo legendario que del real.
Annie Oakley murió en 1926 con 66 años y con la leyenda de haber sido la mejor tiradora de todos los tiempos.




Como links les dejo una página con enlace a la edición digital del libro de Nat Love
y una página sobre Annie Oakley.


Libro de Nat Love ( en inglés)
Página de Annie Oakley (en inglés)

martes, 16 de abril de 2013

Idiomas artificiales

En este post vuelvo de nuevo a las lenguas, pero esta vez desde otra óptica: la de las lenguas artificiales.
Según la tradición el hombre, antes del Diluvio, hablaba una sola lengua en toda la Tierra, el Solex Mal. Tras la catástrofe bíblica, el primer rey, Nemrod, desafió a Yahvé construyendo una inmensa torre por la cual toda la humanidad sería castigada. Dios destruyó la torre y envió la confusión de las lenguas.
Mitos a parte, el hombre siempre ha buscado entenderse con sus semejantes en un solo idioma.. Los traductores existieron desde que el hombre casi aprendió a hablar y algunas ciudades, como la Toledo medieval, fueron conocidas en el mundo por sus escuelas de traducción de latín, árabe y hebreo principalmente.
Pero lo más atrevido que ha hecho el hombre ha sido crear lenguas artificiales para poder comunicarse en cualquier parte del mundo. Hubo muchos intentos que se llevaron a cabo y fracasaron y otros que tuvieron mejor suerte. En 1629 René Descartes propuso su Lenguaje Filosófico, al igual que Leibnitz, que presento un proyecto análogo al de Descartes. Posteriormente, entre los siglos XVIII y XIX, aparecieron algunos intentos poco viables y con nombres bastante estrafalarios, como por ejemplo Ao, Viva, Orba, Eo, Carpophorophilus, Astesginiagraphiansk e incluso uno basado en las notas musicales llamado Solresol. Pero todos fracasaron en su objetivo más intrínseco y primordial, servir de lengua oficial a nivel mundial. Este es un hecho curioso a observar, ¿ Por qué las lenguas creadas artificialmente nunca han calado oficialmente?
En el pasado, al igual que hoy, siempre ha habido lenguas que se han utilizado en el ámbito de la tierra conocida, como lo fue el griego antiguo o posteriormente el latín. En la antigua Roma era de buena educación y nota de cultura conocer y hablar el griego. Algo muy parecido pasaba recientemente con el francés y pasa actualmente con el inglés. Pero hoy día, con el fenómeno de la globalización, el conocimiento de una lengua común a todos es más una necesidad que una nota de distinción.
Volviendo a los lenguajes artificiales, ha habido dos que por su éxito quisiera reseñar. Uno es muy conocido de todo el mundo, el esperanto. El otro no lo es tanto, el volapük. Ambos lenguajes fueron pensados y diseñados como lenguajes accesorios o auxiliares de las lenguas vernáculas o incluso como sustitutorias en algunos casos. Veamos una breve reseña de ambos.
El Volapük
La lengua conocida como Volapük (del inglés World = Vola y Speak= Pük (Idioma Universal) fue creada en 1880 por el editor de la revista Sionsharfe, Johann Martín Scheleyer (1831-1912). Es un lenguaje creado a partir del inglés y el alemán principalmente, aunque también contenía palabras con raíces de las lenguas romances.
Tras la publicación de un artículo dando a conocer el idioma en la revista de la cual era editor, Scheleyer publicó un libro sobre el mismo posteriormente, cosa que junto al artículo propició un rápido auge al idioma, haciendo que mucha gente se interesase por el mismo. Se dice que en su mayor momento de popularidad alcanzaron a hablarlo hasta cien mil personas. Llegaron a realizarse hasta tres Congresos Internacionales de Volapük, en 1884 y 1887 en Alemania, y en 1889 en París. Se llegó a crear una Academia Internacional de Lengua Volapük. Pero la complicación de la estructura gramatical era tal, que resultaba más complejo que el propio latín, lo que lo hacía muy engorroso para aprenderlo. Los étimos de las palabras en volapük habían sido modificados de tal manera que resultaban irreconocibles. Por ejemplo la palabra Lol venía del inglés Rose y Melop era la deformación dada para América. Todo ello llevó a crear un cisma a partir del Congreso realizado en París, entre los más puristas y conservadores y el sector que pretendía renovar el idioma. Estas disensiones llevaron a término la casi erradicación del idioma y un mayor interés por el competidor, el Esperanto. Pero finalmente en 1931 se publicó la tan esperada reforma, llevada a cabo por Arie de Jong y es la que se ha venido usando hasta nuestros días. Esta reforma consistió principalmente en la supresión de las formas verbales más inusuales del idioma y la simplificación de la propia gramática. Aun hoy se pueden encontrar asociaciones y academias que enseñan el volapük. Incluso en Internet se pueden hallar páginas en ese idioma.
El Esperanto
Es en 1887 cuando el Dr. Lázaro Luis Zamenhof (1859-1917) publica en Varsovia el libro titulado La Lingvo Internacia (La lengua Internacional), firmándolo con el seudónimo Doktoro Esperanto, que se traduciría como Doctor Esperanza o Doctor Esperanzado. Seudónimo éste que pronto daría nombre a los postulados vertidos en el libro bautizando así la nueva lengua con ese nombre. El esperanto apareció como una lengua auxiliar, complemento de la lengua materna o lengua principal. Sus raíces, al igual que el volapük, eran las lenguas romances, el inglés y el alemán, añadiendo, además, el latín. Al contrario que su antecesora, el esperanto tiene una gramática mucho más accesible y el aprendizaje es mucho más sencillo, cosa que favorece la anexión de nuevos hablantes.
Leopold Einstein crearía en 1889 la primera revista en esperanto, La Esperantisto, (El Esperantista), que sería el órgano oficial de la nueva lengua. Gracias a la revista el esperanto obtendría subvenciones que la mantendrían en activo. Al año siguiente es el propio Zamenhof quien se hace cargo de la edición de la revista, pero en 1890 ésta entra en crisis económica y Zamenhof anuncia el cierre de la misma. Este caos económico está punto de hacer desaparecer el esperanto. Pero el mismo año un mecenas alemán, un tal W. Trompeter, inyecta una buena dosis de numerario en las arcas de la revista reactivando su economía y la subvención del idioma. Tanto es así que cuatro años después se publicaría el primer Diccionario Universal de esperanto con la traducción a cinco idiomas.
De todas formas la suerte del esperanto no está garantizada ya que el zar Nicolás II (1894-1917) prohíbe la revista. Esta vez Zamenhof sí tiene que cerrar la revista, ya que la mayor parte de los suscriptores de la misma se concitan en la Rusia zarista.
Superados los primeros escollos, el esperanto sobrevive y consigue que, al igual que su antecesora el volapük, se realice el primer Congreso Internacional de Esperanto en 1905. Ese mismo año también se publicará el libro Fundamentos de Esperanto, donde se incluyen ejercicios y vocabulario además de explicar las normas gramaticales del mismo.
Las semejanzas con el volapük no se detienen sólo en los congresos y en el sentido intrínseco del idioma, sino que como aquel, dentro del seno de los hablantes aparece una disensión que amenaza con dividir a los esperanto parlantes. Todo había sido por la publicación de un intento reformatorio titulado Ido. Pero se pudo contener. Finalmente en la Liga de las Naciones o Sociedad de las Naciones, antecedente político de las actuales Naciones Unidas, en una Asamblea reunida en 1922, ratificó un informe en el que se reconocía al esperanto como lengua viva de fácil aprendizaje. Francia intentaría desprestigiar al esperanto para no perder su posición de lengua más utilizada en el ámbito internacional, pero no llegaría a nada. Posteriormente, en 1933, Hitler en Alemania y Stalin en la Unión Soviética prohibirían el esperanto. Finalmente éste fue reconocido oficialmente por la UNESCO en 1954 y la Asociación Universal de Esperanto se convirtió en miembro general consultivo de dicho Organismo Internacional.
Hoy día se calcula que hay entre cien mil y dos millones de hablantes de esperanto, dato que se puede constatar fácilmente por Internet, ya que hay incluso clases de esperanto on line.
Para finalizar me gustaría comentar que en nuestro siglo también se han creado lenguajes artificiales y que sirven para comunicarse entre los hablantes. En concreto se trata de un lenguaje que sin ser creado para ser hablado por miles de persona, ha ido cogiendo entidad propia. Dispone de su propia gramática y de sus propias leyes sintácticas, pero su objetivo, en un principio, no era hacer un idioma mundial, sino servir de base a los personajes de una serie. Me estoy refiriendo al idioma Klingon de la serie Star Trek. Se trata de un fenómeno de masas entre los seguidores de la serie. Es tanto el auge de esta lengua de ficción, que el propio Google tiene su buscador en idioma Klingon.
También me gustaría citar como idiomas nuevos y artificiales a los idiomas informáticos y a uno mucho más antiguo que todos ellos, el aymará. Cierta teoría pontificada por el matemático boliviano Iván Guzmán de Rojas describe el aymará, lenguaje indígena que se habla en Bolivia y Perú, como un lenguaje lógico capaz de ser usado para traducciones y compilaciones informáticas debido a la sencillez de su estructura. Es tal la facilidad con que se puede adaptar al lenguaje de los ordenadores que se ha sustentado la idea que ese idioma fue creado ex profeso. De hecho es el idioma indígena más hablado de la zona andina.
De todas formas, en la actualidad, creo que ya no hace falta un idioma universal artificial, ya que tanto el inglés como el español, se están auto erigiendo como lenguajes universales y, creo que algún día llegará que todo el mundo hable el inglés como segunda lengua propia y primera internacional, sino tiempo al tiempo.
Gilgamesh