jueves, 21 de mayo de 2009

Requiebros y Piropos





Desde el siglo XII se han cantado siempre alabanzas a las mujeres bonitas. Los antiguos trovadores encantaban los corazones de las damas con sus poemas y cantos, ensalzando las bondades del alma y la belleza femenina. Aquellos reconocimientos, que la mayoría de las veces iban con segunda intención, y más si el señor estaba en la guerra, se trastocaron llegando a épocas más cercanas a la nuestra, en el castizo requiebro. Una mujer bonita que pasease por las calles españolas entre las décadas de los cuarenta a los sesenta, indefectiblemente se habría topado con muchos galanes dispuestos a lanzarle algún requiebro de aquellos que doblan el corazón más duro.
Incluso, el hecho de ver a una mujer de rompe y rasga, creó en el siglo XIX, época del puro romanticismo, la costumbre de "encerrar" a la mujer. Esto es, el que veía una mujer por la calle que le gustaba, antes de decirle nada la seguía con cierta discreción allí donde ella iba. Si la mujer aceptaba el seguimiento y no delataba a su perseguidor, cuando por fin esta se metía en la casa, el galán memorizaba la dirección y se iba a encontrarse con sus amigotes de farra para contarles la gran hazaña, y esta era que había encerrado a una mujer.
Pero a parte de la encerrada, lo que más funcionaba eran los piropos o requiebros. La mayoría de los hombres solían decirlos al pasar una mujer bella por la calle. Acostumbraban a ser frases ingeniosas, por lo general en pareado, que destacaban la belleza de la homenajeada o bien las ganas del mozo de conquistarla. Existían de diversos tipos, pero la función general de todos ellos era alabar a la chica y hacerle saber que, si ella quisiera, tendría un pretendiente a sus pies.
Hoy en día está pasado de moda el piropear a las chicas, incluso en algunos sectores está hasta mal visto que los hombres requiebren a las mujeres. Las muy feministas llegan a tachar de machistas a los hombres que hacen gala de tal habilidad. Y no es de extrañar, ya que en la actualidad quien dice un piropo por la calle suele ser algún iletrado, con más calentura que imaginación y buen gusto. Los piropos de hoy día nada tienen que ver con los de nuestros abuelos. Antaño celebraban la belleza de la mujer con aspiraciones románticas y comparaciones agudas, hogaño suelen ser impertinencias o insolencias de carácter soez que, en lugar de arrancar sonrisas de orgullo y chispas de alegría en el corazón y el ego femenino, sacan más bien sonrojo y vergüenza.
Las que tildan de machistas a los piropeadores, también lo hacen a los que ceden su asiento a una joven, las dejan pasar primero, pagan ellos siempre la cuenta o las reciben con una flor en una cita. Las feministas arguyen que, si el hombre y la mujer son iguales, no tendría que haber diferencias de ningún tipo y que esas deferencias ante la mujer, están de más. Bueno, pero a mi juicio creo que confunden churras con merinas, ya que una cosa es lo que postulan ellas y otra bien diferente hacer alarde de educación y buenas maneras. Yo no creo ver en ello un trasfondo machista, claro que lo veo desde la perspectiva de hombre y de los que aun, hoy día, dejan pasar primero a una dama y le ceden el sitio. Imagino que a más de una mujer, intrínsecamente, le ha de gustar que le reconozcan su belleza, al menos aunque sea como se hace hoy en día, girando la cabeza cuando pasa por la calle. En la actualidad, los requiebros, quizá, se han reconvertido en exiguos poemas de amor, tienen más la idea poética que la ingeniosa, pero supongo que son igualmente válidos. Hasta en Internet podemos hallar páginas con recopilaciones de piropos, juzguen por ustedes mismos. (piropos- requiebros)
Resumiendo, no abono la idea de que los piropos o requiebros debieran volver, los tiempos cambian y estos huelen más a anticuado que a nuevo, pero siempre ha estado en el ánimo masculino festejar el encanto y el atractivo de una mujer y el aceptarlo, aun con el semblante arrebolado, en el ánimo de éstas.
Propicios Días
Gilgamesh

domingo, 10 de mayo de 2009

Anomalías, Deformidades y Monstruos

Antiguamente, antes de los museos clásicos, existían lo que se llamaban Gabinetes de Curiosidades, donde algunos científicos de la época (ss. XVI-XVIII), propietarios
de estos gabinetes exponían sus colecciones de hojas, minerales, animales disecados y otras anormalidades recogidas en sus correrías científicas por la naturaleza. Así, era posible encontrar en esas exposiciones desde hojas de helecho o piedras de magnetita, hasta frascos de alcohol con fetos de toda clase de animales y humanos, corderos con dos cabezas, algunos fetos monstruosos, pieles humanas disecadas, etc. pero sin ninguna clase de discurso museístico.
En el siglo XIX se crearon los primeros museos como tales, en los cuales se ofrecía exhibiciones del mismo estilo, pero al menos englobadas por apartados y con una base de estudio mucho más profunda. Quizá allí ya no tenían tanta cabida los fenómenos de la naturaleza, como animales con más de cuatro patas o fetos con dos cabezas. Pero, de todas formas, seguía habiendo parte de esa clase de elementos de exhibición. Muchos recordarán que en la localidad de Banyoles, Girona, existe el Museo Darder. Hoy reformado en su casi totalidad, fue un típico museo de ciencias de finales del siglo XIX y principios del XX, heredero de los Gabinetes Científicos o de Curiosidades. El museo mostraba en sus vitrinas, a parte de fetos en alcohol e interesantes especimenes de flora y fauna, como pieza más destacada, a un cazador bosquimano disecado, y expuesto a la vista de los visitantes desde su adquisición en 1916. Afortunadamente ese bosquimano fue retirado en 2000.
Pero fue también en el siglo XIX, cuando aparecieron los circos de monstruos o de los horrores, circos ambulantes donde se mostraba en toda su cruda realidad y falta de humanidad, a desdichados seres deformados por enfermedades o mutaciones genéticas y a los que entonces se les denominaba monstruos, freaks o fenómenos. Personajes como el ya famoso hombre elefante, la mujer barbuda, el hombre de cuatro piernas, etc. deambulaban mostrando sus miserias por este tipo de tétricas y deshumanizadas exposiciones. Este tipo de circo de de monstruos fueron excelentemente descritos en la película de Tod Browning, Freaks. (1932) Hoy día aquellos seres serían tratados como lo que eran, enfermos afectados por extrañas enfermedades o deformaciones congénitas y que una ciencia trata de explicar, la teratología.
Pero los seres con deformidades siguen existiendo y siguen atrayendo la morbosa curiosidad del público actual al igual que atraía al publico de siglos anteriores. Y en la red se pueden ver toda clase de personas deformadas por naturaleza, así como los deformados por la propia mano.
Me gustaría mostrarles una pequeña recopilación de estos extraños y desafortunados personajes que pululan por el submundo de lo extraño y lo rechazado socialmente, submundo desde el que se asoman a la red.
Lo he dividido en cuatro apartados: Enfermedades extrañas y anomalías, deformaciones naturales, deformaciones creadas y monstruos.
Cual Gabinete de Curiosidades del Doctor Olaus Wormius, pasen y disfruten de las maravillas y los horrores de la naturaleza humana.

Enfermedades Extrañas y Anomalías

Niños lobo. Aquí podemos ver algunos casos de niños afectados por unas enfermedades denominadas Hirsutismo e Hipertricosis. El hirsutismo consiste en la aparición de vello oscuro y grueso en la cara, pecho, espalda y abdomen. Y la Hipertricosis consiste en un desarrollo excesivo de pelo generalmente en forma de vello en diversas zonas del cuerpo.









El Hombre Árbol. Así es como se conoce a Dede, un joven indonesio afectado con una severa infección del Virus del Papiloma Humano. (VPH) En las fotos lo podemos ver antes y después de ser intervenido quirúrgicamente para poder erradicarle el mayor número de verrugas. El Papiloma Humano es una infección viral que afecta a la epidermis y las mucosas. Existen algo más de cien tipos de virus de papiloma. Algunos de estos tipos de virus pueden causar condilomas mientras otros, cierto tipo de infecciones que darían como resultado lesiones pre cancerosas. El contagio de este virus es por contacto.






















El Cíclope. Una enfermedad rara. Se trataría de una afección que daría a quien la padece el aspecto de un extraño cíclope con trompa. No he podido encontrar el nombre exacto de la enfermedad, aunque creo que se trata de la ciclopiatrisomía.






El hombre imán. Una rara afectación que padece este habitante de Malasia. Parece ser que su cuerpo emite un alto grado de magnetismo que además de soportar el peso de martillos y ladrillos sobre su cuerpo con la atracción que genera, puede mover hasta un coche arrastrándolo.






















Los cuerpos incorruptos. Aquí vemos los cuerpos incorruptos de la niña Rosalía Lombardo y Santa Bernardette Soubirous.
Rosalia Lombardo murió en 1920 a la edad de dos años, posiblemente por culpa de una infección bronquial. Hoy el cuerpo de esta niña se encuentra en las catacumbas de los monjes capuchinos de Palermo, y gracias al método de momificación (hoy desconocido) del embalsamador Dr. Alfredo Salafia (1869-1933) permanece como si acabara de morir. Es tan perfecta que se la conoce como la momia más bella del mundo.
Santa Bernardette Soubirous, es la santa visionaria de Lourdes que murió en 1879 con treinta y cinco años. Su cadáver fue desenterrado en dos ocasiones, en 1909 y en 1925, encontrándose en ambos casos que seguía sin descomponerse. Finalmente fue trasladado a la Capilla de Saint Bernadette, sita en el convento de Nevers. Allí la depositaron en el actual féretro de cristal donde puede ser observada.






















Deformaciones Naturales

La mujer con cuatro piernas. Se trata de Myrtle Corbin, que nació el 6 de mayo de 1868 en Tennessee. Tenía la peculiaridad de tener dos pelvis. La central provenía de una hermana siamesa que no se desarrolló. Esta mujer llegó a adulta y se casó con su médico, con el cual tuvieron cinco hijos. Como anécdota comentar que, ambas pelvis tenían aparato reproductor y funcionaban perfectamente. Los hijos que tuvo Myrtle fueron engendrados entre ambas pelvis.























El hombre demonio de Pakistán. Una persona afectada por unas deformaciones congénitas que sobrevive en Pakistán.















Deformaciones Creadas (O la deformidad de la mente humana.)

El demonio personificado. Un tipo que se deforma la cara para convertirse en una especie de diablo.















El cenobita de Hellraiser. Un sujeto se convierte en un ciberpunk incrustándose placas y una especie de clavos en la cabeza.




Monstruos

En este apartado sólo voy a mostrar a un descerebrado que come fetos humanos. Este tipo debe sufrir una gravísima enfermedad mental o bien es un monstruo de lo más terrorífico. (Aunque en realidad creo que más bien se trata de un hoax, es decir, un montaje)



Espero que la rápida visita por el Gabinete de Curiosidades les haya sido... “grata”.
Propicios Días.
Gilgamesh.


domingo, 3 de mayo de 2009

Una Extraña Historia

Déjenme que hoy les cuente una pequeña historia. Es una historia extraña, pero a la vez conmovedora. Donde he leído antes esta historia, la dan por verídica. Puede ser que haya algo de verdad en ella, pero no deja de ser un extraño hecho que relaciona un objeto con su dueño. Un barco viejo con su capitán de toda la vida. Un barco condenado a morir que no lo quiere hacer sin antes despedirse de su amo. Extraño, sí, pero emotivo. Y como diría un italiano, se non è vero, è bene trovato. Pasemos a ver esta extraña historia.

El capitán Martin Olsen fue uno de los primeros que a principios del siglo XX pescaron con red de arrastre en Puget Sound, en el Estado de Washington, al Noroeste de Estados Unidos. Era capitán del pesquero Sea Lion, con el cual pasó gran parte de su vida en la pesca del salmón; pero al final llegó el momento de retirarse. Pero el capitán Olsen estaba muy apegado a su navío y se negó a venderlo como chatarra para el desguace.
Lo encalló en los bancos de arena del Point Monroe, cerca de su casa, frente a Seattle, en Puget Sound. En los días en que el buen tiempo acompañaba, el buen capitán se dirigía al barco y sentado en su cubierta recordaba con añoranza los buenos y malos momentos pasados a bordo; las tormentas a las que el navío había hecho frente y los días en que la cubierta se llenaba con las espléndidas capturas de la jornada.
Durante más de diez años de tranquilo retiro, el capitán siguió con la costumbre de visitar su barco, cada vez más hundido en el bancal de arena.
Pero un día el capitán Olsen murió. El día de su muerte fue un día tranquilo, en calma, donde el mar restó sin marea ni pleamar. Extrañamente, en ese día con ese mar en tanta calma, el Sea Lion empezó a flotar, saliendo del banco de arena y dirigiéndose hacia la bahía.
Tras tres días de duelo, el capitán fue enterrado en el viejo cementerio de la Isla Bainbridge. Durante la ceremonia del funeral, los asistentes tuvieron una extraña y asombrosa sorpresa. Recortando su perfil en el mar, y en el punto más cercano a la tumba desde el agua, estaba el Sea Lion, como asistiendo al funeral del viejo capitán.
El barco había navegado a la deriva y se había presentado en el momento justo. Tras acabar los oficios, el navío se alejó, y pocos días después fue hallado de nuevo en el bancal de arena, donde había pasado los últimos diez años.

Hasta aquí la historia. Extraña historia.. ¿Hasta que punto los objetos inanimados pueden tener una relación con sus propietarios? Aunque ya se sabe la cantidad de cosas extrañas que existen relacionadas con el mar, esta no deja de ser muy rara. El autor se preguntaba en su obra si los barcos tenían alma. Obviamente eso era una pregunta retórica, pero rara también, porque, que se sepa, los objetos inanimados son eso, objetos sin alma, como bien dice su nombre. Aquí cada uno es libre de dar crédito o no a la historia; como dije antes el autor la presentó como verídica. Pero creo que debemos, al menos, sacar una enseñanza de ella, y es qué, con bondad todos nos respetarán y nos amarán, incluso hasta el más ínfimo de los seres.
Evidentemente esta historia parece más un relato fantasioso que una realidad. Pudiera ser cierta hasta el punto en que el barco se desencalla del bancal, pero que llegara tres días después, justo a los oficios del entierro, me parece forzar mucho y terminar la historia con que el barco se vuelve al bancal donde estaba justo tras acabar el entierro, me parece ya rizar el rizo. Pero bueno, es una historia que no hace daño a nadie y que puede llegar a ser conmovedora.

Está historia la he extraído del libro Horizontes Invisibles de Vincent Gaddis, un delicioso libro sobre misterios y cosas extrañas del mar. El autor a su vez sacó la historia de la revista norteamericana Fate, del número de septiembre de 1952. Cosa que me da que pensar en el origen fantasioso del relato, debido a la temática de la propia publicación.
Pero de todas formas, la historia, verdadera o no, da mucho para reflexionar, ¿o no?
Por cierto, la foto del paisaje pertenece a Point Monroe, en Bainbridge Island.
Propicios días.
Gilgamesh