martes, 16 de abril de 2013

Idiomas artificiales

En este post vuelvo de nuevo a las lenguas, pero esta vez desde otra óptica: la de las lenguas artificiales.
Según la tradición el hombre, antes del Diluvio, hablaba una sola lengua en toda la Tierra, el Solex Mal. Tras la catástrofe bíblica, el primer rey, Nemrod, desafió a Yahvé construyendo una inmensa torre por la cual toda la humanidad sería castigada. Dios destruyó la torre y envió la confusión de las lenguas.
Mitos a parte, el hombre siempre ha buscado entenderse con sus semejantes en un solo idioma.. Los traductores existieron desde que el hombre casi aprendió a hablar y algunas ciudades, como la Toledo medieval, fueron conocidas en el mundo por sus escuelas de traducción de latín, árabe y hebreo principalmente.
Pero lo más atrevido que ha hecho el hombre ha sido crear lenguas artificiales para poder comunicarse en cualquier parte del mundo. Hubo muchos intentos que se llevaron a cabo y fracasaron y otros que tuvieron mejor suerte. En 1629 René Descartes propuso su Lenguaje Filosófico, al igual que Leibnitz, que presento un proyecto análogo al de Descartes. Posteriormente, entre los siglos XVIII y XIX, aparecieron algunos intentos poco viables y con nombres bastante estrafalarios, como por ejemplo Ao, Viva, Orba, Eo, Carpophorophilus, Astesginiagraphiansk e incluso uno basado en las notas musicales llamado Solresol. Pero todos fracasaron en su objetivo más intrínseco y primordial, servir de lengua oficial a nivel mundial. Este es un hecho curioso a observar, ¿ Por qué las lenguas creadas artificialmente nunca han calado oficialmente?
En el pasado, al igual que hoy, siempre ha habido lenguas que se han utilizado en el ámbito de la tierra conocida, como lo fue el griego antiguo o posteriormente el latín. En la antigua Roma era de buena educación y nota de cultura conocer y hablar el griego. Algo muy parecido pasaba recientemente con el francés y pasa actualmente con el inglés. Pero hoy día, con el fenómeno de la globalización, el conocimiento de una lengua común a todos es más una necesidad que una nota de distinción.
Volviendo a los lenguajes artificiales, ha habido dos que por su éxito quisiera reseñar. Uno es muy conocido de todo el mundo, el esperanto. El otro no lo es tanto, el volapük. Ambos lenguajes fueron pensados y diseñados como lenguajes accesorios o auxiliares de las lenguas vernáculas o incluso como sustitutorias en algunos casos. Veamos una breve reseña de ambos.
El Volapük
La lengua conocida como Volapük (del inglés World = Vola y Speak= Pük (Idioma Universal) fue creada en 1880 por el editor de la revista Sionsharfe, Johann Martín Scheleyer (1831-1912). Es un lenguaje creado a partir del inglés y el alemán principalmente, aunque también contenía palabras con raíces de las lenguas romances.
Tras la publicación de un artículo dando a conocer el idioma en la revista de la cual era editor, Scheleyer publicó un libro sobre el mismo posteriormente, cosa que junto al artículo propició un rápido auge al idioma, haciendo que mucha gente se interesase por el mismo. Se dice que en su mayor momento de popularidad alcanzaron a hablarlo hasta cien mil personas. Llegaron a realizarse hasta tres Congresos Internacionales de Volapük, en 1884 y 1887 en Alemania, y en 1889 en París. Se llegó a crear una Academia Internacional de Lengua Volapük. Pero la complicación de la estructura gramatical era tal, que resultaba más complejo que el propio latín, lo que lo hacía muy engorroso para aprenderlo. Los étimos de las palabras en volapük habían sido modificados de tal manera que resultaban irreconocibles. Por ejemplo la palabra Lol venía del inglés Rose y Melop era la deformación dada para América. Todo ello llevó a crear un cisma a partir del Congreso realizado en París, entre los más puristas y conservadores y el sector que pretendía renovar el idioma. Estas disensiones llevaron a término la casi erradicación del idioma y un mayor interés por el competidor, el Esperanto. Pero finalmente en 1931 se publicó la tan esperada reforma, llevada a cabo por Arie de Jong y es la que se ha venido usando hasta nuestros días. Esta reforma consistió principalmente en la supresión de las formas verbales más inusuales del idioma y la simplificación de la propia gramática. Aun hoy se pueden encontrar asociaciones y academias que enseñan el volapük. Incluso en Internet se pueden hallar páginas en ese idioma.
El Esperanto
Es en 1887 cuando el Dr. Lázaro Luis Zamenhof (1859-1917) publica en Varsovia el libro titulado La Lingvo Internacia (La lengua Internacional), firmándolo con el seudónimo Doktoro Esperanto, que se traduciría como Doctor Esperanza o Doctor Esperanzado. Seudónimo éste que pronto daría nombre a los postulados vertidos en el libro bautizando así la nueva lengua con ese nombre. El esperanto apareció como una lengua auxiliar, complemento de la lengua materna o lengua principal. Sus raíces, al igual que el volapük, eran las lenguas romances, el inglés y el alemán, añadiendo, además, el latín. Al contrario que su antecesora, el esperanto tiene una gramática mucho más accesible y el aprendizaje es mucho más sencillo, cosa que favorece la anexión de nuevos hablantes.
Leopold Einstein crearía en 1889 la primera revista en esperanto, La Esperantisto, (El Esperantista), que sería el órgano oficial de la nueva lengua. Gracias a la revista el esperanto obtendría subvenciones que la mantendrían en activo. Al año siguiente es el propio Zamenhof quien se hace cargo de la edición de la revista, pero en 1890 ésta entra en crisis económica y Zamenhof anuncia el cierre de la misma. Este caos económico está punto de hacer desaparecer el esperanto. Pero el mismo año un mecenas alemán, un tal W. Trompeter, inyecta una buena dosis de numerario en las arcas de la revista reactivando su economía y la subvención del idioma. Tanto es así que cuatro años después se publicaría el primer Diccionario Universal de esperanto con la traducción a cinco idiomas.
De todas formas la suerte del esperanto no está garantizada ya que el zar Nicolás II (1894-1917) prohíbe la revista. Esta vez Zamenhof sí tiene que cerrar la revista, ya que la mayor parte de los suscriptores de la misma se concitan en la Rusia zarista.
Superados los primeros escollos, el esperanto sobrevive y consigue que, al igual que su antecesora el volapük, se realice el primer Congreso Internacional de Esperanto en 1905. Ese mismo año también se publicará el libro Fundamentos de Esperanto, donde se incluyen ejercicios y vocabulario además de explicar las normas gramaticales del mismo.
Las semejanzas con el volapük no se detienen sólo en los congresos y en el sentido intrínseco del idioma, sino que como aquel, dentro del seno de los hablantes aparece una disensión que amenaza con dividir a los esperanto parlantes. Todo había sido por la publicación de un intento reformatorio titulado Ido. Pero se pudo contener. Finalmente en la Liga de las Naciones o Sociedad de las Naciones, antecedente político de las actuales Naciones Unidas, en una Asamblea reunida en 1922, ratificó un informe en el que se reconocía al esperanto como lengua viva de fácil aprendizaje. Francia intentaría desprestigiar al esperanto para no perder su posición de lengua más utilizada en el ámbito internacional, pero no llegaría a nada. Posteriormente, en 1933, Hitler en Alemania y Stalin en la Unión Soviética prohibirían el esperanto. Finalmente éste fue reconocido oficialmente por la UNESCO en 1954 y la Asociación Universal de Esperanto se convirtió en miembro general consultivo de dicho Organismo Internacional.
Hoy día se calcula que hay entre cien mil y dos millones de hablantes de esperanto, dato que se puede constatar fácilmente por Internet, ya que hay incluso clases de esperanto on line.
Para finalizar me gustaría comentar que en nuestro siglo también se han creado lenguajes artificiales y que sirven para comunicarse entre los hablantes. En concreto se trata de un lenguaje que sin ser creado para ser hablado por miles de persona, ha ido cogiendo entidad propia. Dispone de su propia gramática y de sus propias leyes sintácticas, pero su objetivo, en un principio, no era hacer un idioma mundial, sino servir de base a los personajes de una serie. Me estoy refiriendo al idioma Klingon de la serie Star Trek. Se trata de un fenómeno de masas entre los seguidores de la serie. Es tanto el auge de esta lengua de ficción, que el propio Google tiene su buscador en idioma Klingon.
También me gustaría citar como idiomas nuevos y artificiales a los idiomas informáticos y a uno mucho más antiguo que todos ellos, el aymará. Cierta teoría pontificada por el matemático boliviano Iván Guzmán de Rojas describe el aymará, lenguaje indígena que se habla en Bolivia y Perú, como un lenguaje lógico capaz de ser usado para traducciones y compilaciones informáticas debido a la sencillez de su estructura. Es tal la facilidad con que se puede adaptar al lenguaje de los ordenadores que se ha sustentado la idea que ese idioma fue creado ex profeso. De hecho es el idioma indígena más hablado de la zona andina.
De todas formas, en la actualidad, creo que ya no hace falta un idioma universal artificial, ya que tanto el inglés como el español, se están auto erigiendo como lenguajes universales y, creo que algún día llegará que todo el mundo hable el inglés como segunda lengua propia y primera internacional, sino tiempo al tiempo.
Gilgamesh