En la vida diaria usamos una de las herramientas más importantes con la que estamos dotados y con la que nos diferenciamos, entre otras cosas, de los animales, me refiero al lenguaje. La lengua es un ser vivo que nace, crece, evoluciona, en algunos casos se reproduce y en otros muchos muere. Los idiomas son la expresión circunstancial de un momento de la historia, en cada momento de ésta existe un idioma que expresa el hecho que se desarrolla en ese instante. Una lengua es fácilmente interpretada por los protagonistas, pero quizá no lo sea tanto por los espectadores ajenos a la cultura en que se ha desenvuelto y ha crecido esa lengua. Los idiomas, como entes que son, dejan su impronta en forma de descendientes al mezclarse con otros idiomas (el spanglish, por ejemplo) o al progresar los dialectos, hijos de ésta que al evolucionar se convierten en otras lenguas con identidad propia pero con un origen común. Este sería el caso de las lenguas romances y de su lengua madre el latín. Hoy día para aprender el latín hay que estudiarlo, no se puede aprender en la calle , ni en las casas ni en los centros de cultura popular, ya que es una lengua muerta, pero muy viva en ciertos círculos. El español, el francés, el italiano, el portugués, el catalán, el gallego y el rumano nacieron del latín y evolucionaron por su propio lado manteniendo ciertos puntos en común entre todos ellos, pero tan diferentes que no podemos entendernos si cada uno habla su propio idioma. De la lengua madre original no queda más que el origen, un rasgo etimológico por el que es fácil rastrear y saber cual fue el étimo de tal o cual palabra. Pero afortunadamente algunos ámbitos han mantenido locuciones que conservan el significado y el origen puro y prístino de la palabra, me refiero a eso que la mayoría denomina en tono jocoso o incluso peyorativo como latinajos. Estos son alocuciones, sentencias, expresiones, adagios, consejos, etc. que se expresan en un momento concreto o tienden a hacer énfasis de algo. Hoy día también se ha perdido bastante el uso de las alocuciones latinas en el hablar diario, quedando éstas reservadas a un lenguaje florido, literario, profesional o litúrgico. Pero eso no quiere decir que hayan desaparecido de nuestro lenguaje, y aun solemos utilizar latinajos en nuestras conversaciones de diario, como por ejemplo: factura Pro Forma, Rigor Mortis, In Extremis, In Situ, etc.
Me gustaría recoger en este post una brevísima colección de algunas de estas alocuciones que aún se utilizan y ver que todavía el latín no ha muerto del todo entre sus hijas romances y en otras no tan romances como el inglés, que es una lengua que usa bastantes palabras en latín. Veamos pues, no sin alguna gotitas de humor, algunos ejemplos:
Ad Litteram: A la letra. Se utiliza cuando queremos dejar claro que algo es estricto, a la letra o literal. Citar a un autor ad litteram, es citarlo textualmente.
Carpe Diem: Aprovecha el día. Con esta frase de sus Odas, Horacio nos hace saber que hemos de disfrutar de la vida, ya que esta es corta y pasa como una exhalación. Hoy me tomo el día libre, ¡Carpe Diem! Vendría a ser la versión latina del “Me importa un rábano todo, hay que disfrutar.”
De Facto: De Hecho. En el ambiente jurídico se opondría a la expresión De Jure, que sería de Derecho. Un rey lo puede ser de hecho (facto) o de derecho (Jure).
Dixit : He dicho. Esta formula es con la que se suele terminar la exposición de una prueba, razonamiento o discurso, etc. Aunque a veces se usa con sentido irónico: cuando alguien ha expuesto algún razonamiento complicado y se queda callado a la espera de algún comentario que nadie sabe responder, siempre sale el irónico y comenta: Fulanito dixit.
Errare Humanum Est: Equivocarse es de humanos. Esta frase de Séneca se suele utilizar para exculpar un error o una falta. Es el latinajo por excelencia.
Excelsior: Más Alto. Se solía emplear para designar algunas cosas excelentes. Hoy día solo se usa para poner nombre a los cines o las ensaladas.
In Aeternum: Para Siempre. Se utiliza para hacer una promesa o para definir algo que será muy duradero. Algunos amantes lo utilizan a las locas prometiendo amor in aeternum y después se han de arrepentir de su promesa.
In Albis: En Blanco. Se usa originalmente para designar a alguien que no comprende alguna cosa, o que no se ha enterado de ella. Suele ser sinónimo de estar atontado, en Babia, o mirando las musarañas.
In Extremis: En el último momento. La forma correcta para usarlo es para designar algo hecho justo antes de la muerte: un testamento, una confesión in extremis, etc... Erróneamente se utiliza para designar algo hecho en última instancia: In extremis me fui al parque con mi novia. In extremis cogí el teléfono y le llamé.
In Memoriam: Para Recuerdo. Esta sólo se suele utilizar en las lápidas o bien en algunos escritos, pero siempre refiriéndose a alguien que ya no está entre nosotros.
In Situ: En el Mismo Sitio. Generalmente se suele usar en geología, pero también en periodismo la vemos muy frecuentemente escrita. El cadáver estaba in situ.
In Vitro: En el Vidrio. Esta expresión se aplica a las pruebas realizadas fuera del organismo, en los tubos de ensayo. Se ha hecho conocida por las inseminaciones in vitro para mujeres solteras o padres con dificultades para tener hijos por medios naturales.
Ipso Facto: En el momento. Se interpreta como un hecho producido de forma inmediata, en el instante. Hay que ponerle el desfibrilador ipso facto.
Mens Sana in Corpore Sano: Mente Sana en Cuerpo Sano. Esta es una máxima de Juvenal que la podemos hallar en sus Sátiras. Según Juvenal lo que hace al hombre verdaderamente sabio es pedirle al cielo la salud del cuerpo junto con la del alma. Estos versos expresan (cambiando su sentido) que la salud del cuerpo es condición importante para la salud del espíritu.
Non Plus Ultra: No más allá. Esta es una inscripción que, según la leyenda, la grabó Hércules en los montes Calpe y Abilia, creyendo que éstos eran los limites del mundo. Así que decidió separarlos para unir el Océano Atlántico con el Mediterráneo, creando las famosas Columnas de Hércules. Esta expresión se suele usar para cualquier limite que no ha sido traspasado o bien cualquier cosa excelente.
Per se: Por sí mismo. Se suele utilizar cuando algo tiene razón de ser por propia causa. La sangre es roja per se.
Pro Forma: Por la forma. Una de las funciones de esta expresión es dar a entender que algo se hace para cumplir solo con las formalidades requeridas. Invitar a una boda pro forma o bien, donde más se acostumbra a usar es en el comercio y referente a las facturas que se envían provisionalmente, sin ser las definitivas.
Quid Pro Quo: Una Cosa Por Otra. Correctamente se acostumbra a utilizar para designar un error, una confusión. Cogimos quid pro quo el tren de la una por el de las doce. Aunque en tiempos cercanos se hizo más popular debido a la película El Silencio de los Corderos, donde Hannibal Lecter le propone a Clarice Starling que a cambio de su ayuda ella le tendrá que hacer cierto favor, se lo propone añadiendo la expresión quid pro quo.
Quorum: De los cuales. Es la cantidad de personas necesarias para que una votación tenga validez. Según nuestra Carta Magna, una descripción de Quorum sería: Para adoptar acuerdos, las Cámaras deben estar reglamentariamente y con asistencia de la mayoría de sus miembros. Aunque también se suele utilizar a nivel de calle: cuando varias personas están de acuerdo en algo, se dice hay consenso o hay Quorum.
Sine Dia: Sin fijar día. Es una locución que se utiliza principalmente en el lenguaje judicial, parlamentario o diplomático. De todas formas se está utilizando bastante en el ámbito de la calle hoy día. Dejamos la reunión aplazada sine dia. Viene a ser la versión latina del ... “Ya te llamaré y quedamos” o “Ya te llamaré”.
Statu Quo: Estado del momento actual. Esta locución hace referencia a la situación de un asunto en un momento en concreto. Y este es el Statu Quo de la Nación (España va Bien). No hay que confundir con Status Quo, que eso era un grupo de rock británico ¿eh?.
Hasta
aquí, más o menos, algunas de las locuciones que podemos escuchar
todavía en la calle. Evidentemente existen muchísimas más pero que se
escaparían del marco de este post. Antes de cerrarlo quisiera dejar
constancia de algunas más, que aunque ya no se usan, se utilizaron en
algún momento en el ámbito de la calle o bien son curiosas y conocidas per se.
Acta est Fabula: La comedia ha concluido. En el teatro antiguo cuando una función terminaba se solía decir que ésta ya había acabado, para así anunciar a los despistados espectadores que no esperasen más. Este término evolucionó hasta las películas en que, hasta hacía poco tiempo, aun podíamos ver el letrerito de The End o bien Fin si se trataba de un film en español.
Alea Jacta Est: La suerte está echada. Famosa frase que Suetonio atribuye a Cesar antes de cruzar el río Rubicón, al norte de Roma. Según una ley, se obligaba a que todo general que fuera a entrar a Roma por el norte debía licenciar a sus tropas antes de cruzar el río. Era una forma de evitarse una traición por parte de algún general díscolo o ambicioso. Obviamente, César no respetó esa ley y se cumplió lo que la misma pretendía evitar: una rebelión. César sabía lo que aquella decisión iba generar y se atuvo a las consecuencias de su rebelión contra el Senado, provocando así una guerra civil.
Altius, Citius, Fortius: Más alto, más rápido, más fuerte. Este es el lema de los Juegos Olímpicos.
Cogito, Ergo Sum: Pienso, luego existo. Máxima de René Descartes, en la cual expresa su método de razonamiento. Después de haber dudado de todos los métodos de los otros filósofos, Descartes creó su propio sistema, el Método Cartesiano.
Dura Lex, Sed Lex: Dura es la ley, pero es la ley. Proviene del Digesta Iustiniani o Pandectas, que es una compilación jurídica solicitada al jurista Triboniano por Justiniano I de Constantinopla en el año 530 d.C. para actualizar los códigos legislativos de aquella época. Respecto a la frase en sí, esta simplemente es un recordatorio de que, por muy dura que sea una ley, si no hay otro remedio que acatarla debemos hacerlo, mal que nos pese.
In Vino Veritas: En el vino está la verdad. Se refiere a que cuando uno bebe más de la cuenta, se vuelve locuaz y su verborrea acaba por traicionarlo. Es aquello de: “Los Borrachos siempre dicen la verdad” o “la conversación del borracho.”
Primo Mihi: Primero a mí. La máxima por excelencia de los egoístas.
Ultima Ratio Regum: Último Argumento de los Reyes. Era la divisa que el rey Luis XIV de Francia mandó grabar en todos sus cañones. Se suele usar más como Ultima Ratio, es decir, el argumento final que lleva a una acción.
Yo
continuaría, pero creo que ya sería un exceso de latinajos, por la
tanto voy a utilizar mi Ultima Ratio, que son los links y desperdirme
hasta el próximo post.
Que lo disfruten.
Gilgamesh.
Como link les dejo el siguiente para que abunden en los latinajos: